Los viejos somos cada vez más numerosos. Leí por ahí que ahora hay 600 millones de viejos en el mundo, y que en 50 años más habrá 1.200 millones.
Hace tiempo vi una película en que las personas que llegaban a cierta edad las transformaban en una deliciosas galletitas verdes. También en un libro que estuvo de moda por allá en los años 50 ó 60, El país de las sombras largas, explicaban que los esquimale dejabn los viejos en medio de hielos lejanos y solitarios para que terminaran su vida tranquilamente. Dicen que la muerte por congelación es dulce, será cierto?. Pero esto eran equimales del siglo XIX o principios del XX. Supongo que ahora comen en un Mc Donald's y se mueren como todo el mundo, de obesidad o de un infarto que les provoca el colesterol.
Mis hijos todavía no han aceptado esa idea del témpano lejano y me han regalado un teléfono celular para que los llame si me da un infarto, si me caigo y me rompo una pierna, si choco, si me pierdo, en fin, esas cosas. No lo uso para chismear ni nada, sólo para emergencias. Los muchachos me han puesto allí los teléfonos y celulares de ellos, del mecánico del auto, de las ambulancias y otros números de urgencia. Es muy fácil llamar, uno no tiene ni que saber el número, basta con buscar el nombre y el teléfono lo hace solo. O lo hacía. leer más:Qué hacer con los viejos
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